Una crónica novelada de la revolución rusa

El periodista republicano Manuel Chaves Nogales publicó este libro ahora rescatado en 1934, donde se narra el testimono del bailaor flamenco Juan Martínez, que fue testigo de primera mano de la revolución bolchevique de 1917 en Rusia. Con un estilo directo y seco nos presenta sin mayores rodeos el relato de un bailaor que se encontraba trabajando en cabarets en San Petesburgo, en Muscú y en Kiev durante la revolución soviética y durante la guerra civil posterior. Nos recuerda a libros de memorias, como el que sirvió para el guión de Europa, Europa de A. Holland, donde el protagonista pasa por todos los escenarios posibles y siempre acaba con vida en medio de las situaciones más dramáticas. De la mano del bailaor, apolítico, buscavidas, asistimos al asalto del palacio imperial en San Petesburgo en el octubre mítico, le acompañamos en los días sin pan y sin leña cuando los refugiados queman mueble a mueble y puerta a puerta palacios enteros. Nos lleva hasta el Moscú revolucionario y es testigo del asalto al Kremlim por los soviets. Huye a Kiev, escenario cambiante de la guerra civil entre blancos y rojos. Sobrevive como croupier en las ruletas donde se dejan millones de rublos y valiosas joyas los burgueses desesperados y los oficiales blancos . Tiene que cambiar collares de brillantes por una hogaza de pan mugriento. Y nos ofrece una de las descripciones más terribles del horror al detallar lo que encontró al entrar en una cheka abandonada por los rojos. Y despúes la exhibición propagandística que hacen los blancos del montón de cadáveres a los que han añadido los asesinatos propios de judíos y rojos. Una lectura apasionante, un tanto surrealista a veces por el punto de vista tan de pícaro del bailaor, ajeno a las ideologías, sin más propósito que seguir vivo. Amigo por interés del jefe de la checa o del oficial blanco, ve pasar toda la violencia imaginable y rara vez hace mayores reflexiones, simplemente se preocupa por caer siempre de pie. Respecto al género Andrés Trapiello en la introducción hace algunas precisiones interesantes, pues es difícil deslindar dónde empieza la novela, donde comienza la crónica, aunque diríamos que se trata de un libro de memorias escrito por un periodista a partir del testimonio de Juan Martínez que estuvo allí. Si esta obra hubiera sido escrita por un francés ya sería un clásico y tendría película.




Fuente: http://historiadecine.blogspot.com/